Los turistas que utilizan el aeropuerto de Mallorca advierten de graves problemas de salud, ya que los informes indican que se tarda otra hora en pasar por el control de seguridad con «atascos de tráfico y multitudes por todas partes».
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Aunque se han levantado muchas restricciones por el coronavirus en España, el gobierno sigue recomendando el distanciamiento social cuando sea posible y especialmente en los centros de transporte.
Pero los turistas cansados dicen que eso es imposible en el aeropuerto de Palma de Mallorca, y un pasajero dice: «No había distancia entre las personas».
La situación se atribuye a la falta de personal e incluso los trabajadores exigen medidas para garantizar que las escenas caóticas de este fin de semana no se repitan durante todo el verano.
Creen que la situación empeorará a menos que se tomen medidas con más y más turistas llegando cada día.
Los turistas recurrieron a las redes sociales para quejarse de las colas y la frustración de tener que esperar tanto para pasar el control de seguridad.
“Aunque llegues al aeropuerto con tiempo de sobra, puedes encontrarte con cientos de personas esperando y sin poder avanzar”, aseguran.
Un británico publicó: ‘¡Será una pesadilla este verano en el aeropuerto si va a ser así!’
En varios momentos, dependiendo del pasajero, varios autobuses del aeropuerto o autocares de vacaciones llegan al mismo tiempo, lo que agrava los problemas de hacinamiento.
El personal del aeropuerto dice que hay escasez de guardias de seguridad porque los contratos que se les ofrecen no son atractivos o son de medio tiempo.
El presidente de la asociación Líneas Aéreas, Javier Gándara, ya ha pedido que se enrolen más policías nacionales para el control de pasaportes, advirtiendo que esto también podría ocurrir durante el verano.
Dijo: “El sector turístico es fundamental para la economía española y para la recuperación de la pandemia, por lo que vemos insostenible la situación de congestión en los controles de pasaportes en los aeropuertos.
“Este problema afecta directamente a los pasajeros pero también supone una dificultad adicional en la ya compleja operativa de las compañías aéreas y repercute negativamente en la imagen internacional de España.
“De hecho, este problema de la congestión del control de pasaportes ha trascendido a los medios de comunicación internacionales, lo que puede desalentar a los viajeros internacionales de venir a nuestro país de vacaciones. No podemos permitírnoslo”.
Los británicos hambrientos de sol están volando a Mallorca por cientos, ya que el número de turistas de vacaciones en Magaluf ha vuelto a los niveles anteriores a la COVID-19.
No es solo el aeropuerto de Mallorca con las colas: hasta 3.000 pasajeros perdieron sus vuelos en el aeropuerto de Madrid durante las vacaciones de Semana Santa.
Las largas colas también empeoran con las nuevas reglas introducidas para los británicos.
Desde que el Reino Unido abandonó la UE, los británicos ahora deben tener sus pasaportes sellados al salir de Europa.
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